La pandemia tuvo un fuerte impacto en todo el mundo. ¿Cómo cambió el trabajo en tu sector? 

Yo vengo de un sector dedicado al cumplimiento normativo, la supervisión, la auditoría y a la consultoría. Estabamos acontumbrados a que si no se hacía el trabajo fisicamente en el lugar donde se desarrollaban las tareas, era imposible implementar esquemas, metodologías, desarrollar tareas, revisarlas y hasta auditarlas. La pandemia nos volvió mucho más ágiles, proactivos, emprendedores y por sobre todo, mucho más creativos a la hora de ejecutar y revisar actividades y auditarlas. En Colombia por ejemplo, algo que parecía imposible, se volvió posible: que el mismo Órgano Supervisor continuara sus procesos de supervisión extra situ, es decir sin hacer visitas presenciales a sus supervisadas, pero sí haciendo un trabajo integro, completo y confiable a la hora de controlar a todas las empresas, generando confianza y seguridad en el público.

¿A raíz de la pandemia surgieron nuevas oportunidades? ¿Cuáles?

Sí, surgieron nuevas oportunidades. Por ejemplo, pude asistir a conferencias y congresos en cualquier parte del mundo sin necesidad de desplazarme, tuve la oportunidad de dictar clases, seminarios y conocer gente sin importar su ubicación y su nacionalidad. Aprendí las similitudes, diferencias y experiencias de personas que desarrollan el mismo trabajo que hago pero en otros países del mundo, pude compartir mis experiencias con ellos y ellos conmigo. Esto para mí se convirtió en la mejor oportunidad, porque aprendí, enseñé y disfrute cada momento en que compartí con mis pares en el mundo entero.

¿Cuáles fueron los desafíos más importantes que tuvieron que enfrentar ante esta nueva realidad?

En mi caso, uno de los desafios más importantes fue diseñar unos esquemas de trabajo que nos permitieran distribuir el tiempo entre el trabajo, las obligaciones laborales y la familia. Nos vimos obligados a ejecutar tareas domésticas que antes hacían personas que contratábamos para hacerlo, aprendimos a valorar su trabajo y a apreciarlo. También a entender a respetar los tiempos de los demás, las reuniones ya no las hacemos con tantos protocolos y encasillamientos. Mientras hacemos las reuniones virtuales, también cuidamos nuestros hijos, por lo que aprendimos a tolerar que un niño salga llorando o saltando detrás de una mamá o de un papá mientras dicta una clase o asiste a una reunión. Aprendimos a ser más tolerantes y a entender que detrás de todo ser humano hay una familia.

¿Creés que en este nuevo escenario, pero también a futuro, se necesitarán otro tipo de skills en tu área? 

Evidentemente sí, hace unos días en una conferencia alguien decía que algunas profesiones iban a desaparecer. Yo no lo veo de esa manera, pero sí creo que tenemos que ser personas que se adaptan fácilmente al cambio, ser innovadoras, estar informadas de los nuevos modelos de negocio que se han ido generando y conocedoras de la tecnología que nos va a apoyar en todos estos cambios.

¿Cómo imaginás tu trabajo o profesión a mediano plazo?

Me lo imagino integral, mundial y sin limites. Es decir, veo al compliance conocedor no solo de sus temas, sino de empresas con nuevos modelos de negocios, de innovaciones tecnológicas, que son capaces de adaptar a su empresa a cualquier cambio normativo sin muchos traumatismos o de moldear sus paradigmas a casos en donde no exista regulación. Creo que el compliance va a aprender a ser parte de los ciudadanos del mundo, sin límites, y a confiar en que cuenta con equipos multidisciplinarios e innovaciones que le van a permitir mitigar los riesgos a los que se ve expuesta su organización sin importar el lugar en donde se encuentre.

Como mujer,  y estando en un puesto de alta responsabilidad, cómo ves los avances que hubo en el último tiempo con respecto a la igualdad de género en las compañías? ¿Se puede romper el "techo de cristal" o aún falta para ello? 

Hemos avanzado muchisimo en materia de regulación, fallos jurisprudenciales y conciencia por parte de la sociedad en la igualdad de género. Sin embargo, considero que en algunos sectores, cargos y actividades aún falta aceptación de lo que realmente somos capaces de hacer las mujeres, de la integridad, profesionalismo y lealtad que nos caracterizan y hacen destacar.

En mi papel de compliance y de consultora jamás me he sentido vulnerada en mis derechos por ser mujer y mucho menos discriminada.